miércoles, 1 de octubre de 2008

Sueños.

Esta noche estuve con mi padre. Estaba bien, y yo era el de antes. Era un día lluvioso. Paseábamos por un club náutico cualquiera, verificando la correcta instalación de un puesto de palomitas (JAJA) que durante un día vendió siete(7) bolsas. Reunidos los proveedores de palomitas (2 personas) mi padre y yo, todos trajeados de oscuro comentabamos una posible nueva localización del puesto.
Si alguien lee esto pensará (seguro que alguien lo leerá) que definitivamente he cruzado la linea de la locura.
Pero lo mas ameno del sueño fue que en el bar del club me encontré con una conocida, grande y pelirroja que me acogió con mucho cariño en sus brazos. Iba con un vestido rojo y marrón muy adecuado al ambiente de madera noble. Pero algo me preocupaba. Había quedado con alguien y no lograba recordar con quién. ¿O si?
No me reprochó nada. No pude disculparme de mi horrenda actitud hacía el durante su vida. Lo añoro.

P.B.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que pasa Sr. que hace dias que no escribe,por donde estan las palabras,los suenos,las fantasias.
hay momentos que la autonomia y la imaginacion nos salva.

pequi